Bendita sea la Santa e indivisible Trinidad, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
V. Abrid, Señor mis labios.
R. Y mi voz pronunciará vuestra alabanza.
V. Dios mío, mi defensa te encomiendo.
R. Señor, a mi socorro acude presto.
Gloria sea dada al Padre, Gloria al eterno Hijo, Gloria al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.