Marta Aravena y su hermano nacieron luego que su madre fuera violada a los 11 y 13 años de edad, respectivamente. En días recientes compartió la valiente historia de su mamá que le dijo sí a la vida, pese a todo el sufrimiento que cargaba a sus espaldas y superando las presiones que afrontaba por parte de quienes la ultrajaron para que abortara.

“Mi madre tuvo a mi hermano a los 11 años, tras ser violada reiteradamente por su padrastro. Dos años después, a los 13, me tuvo a mí, también por una violación”, relató Aravena.

“No existe un solo día en que no le agradezca a Dios y a mi madre que nos haya tenido pese a todo el sufrimiento que implicó”, enfatizó Marta.

“Ella tuvo la oportunidad de abortar, pero optó por la vida y siempre nos enseñó que la vida es sagrada y es un regalo que hay que cuidar en cualquier circunstancia y en cualquier lugar”, afirmó en una columna del diario El Sur.

En otra columna más extensa que fue publicada con anterioridad en el diario El Mercurio, Aravena relató que su madre “era una mujer muy sencilla y muy pobre, que vivía en la zona central del país. Cuando ella tenía seis años, su padrastro, que era alcohólico, empezó a abusar de ella. No sabía lo que le estaba pasando, y en ese entonces nadie hablaba del tema abuso y violación”.

Cuando su madre tuvo a Juan, su primer hijo producto de una violación, la policía detuvo a su padrastro y su abuela “al verse sola en la casa, con once niños que cuidar, y con el proveedor del hogar en la cárcel, la echó de la casa. Culpó a mi madre por el encarcelamiento de su pareja y la abandonó”.

Al verse sin un lugar donde vivir y con un hijo en los brazos, la madre buscó refugio con unos vecinos. Dos años después, cuando ya tenía 13 años, el dueño de esa casa abusó de ella y la dejó nuevamente embarazada, esta vez de Marta.

“Cuando estuvo embarazada de mí, mi mamá estaba siendo presionada por su violador para que abortara. Pero ella siempre dijo que no. Siempre optó por la vida. A pesar de lo terrible de la situación. Nos enseñó que nadie puede quitar la vida, que ella es un regalo y que se debe cuidar”, afirmó Marta, quien desde niña supo la verdad sobre su nacimiento.

Marta, que en su niñez también fue violada, aseguró que “a pesar de todo lo que he vivido, estoy en contra del aborto”.

“Siempre hay que ponerse en el lugar del otro, que este niño tiene su lugar en la vida, que también se puede salir adelante. Mi familia lo logró, creo que todos podemos. Creo que los sufrimientos y dolores de la vida también dan fuerza para luchar por ella”, sostuvo.

“Soy una convencida de que estoy en este mundo por un propósito y que todo tiene un porqué y un para qué. Cada uno de nosotros tiene un propósito, somos personas valiosas y hay una misión para cada una de nuestras vidas”, agregó Marta.

“¿Qué hubiese pasado si no me hubiera tenido mi mamá? Yo no existiría y no existirían mis hijos maravillosos, tampoco mis hermanos, a quienes adoro con mi alma. Tengo una relación hermosa con ellos, nos amamos y nos amamos a fondo. ¡Qué hermoso que detrás de una decisión así haya salido algo bueno!”.

Marta Aravena fue uno de los testimonios que se presentaron ante la Comisión de Salud del Senado, donde se discute actualmente el proyecto del aborto en Chile, impulsado por el Gobierno de Michelle Bachelet, y que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados.

Fuente: ACIPRENSA

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