Todo persona en no pocas ocasiones tiene la necesidad de decidir lo correcto, sea en un negocio o en una situación en la que debe elegir, pero no está seguro de qué sea la mejor solución, así que para ello la Iglesia nos propone orar al Espíritu Santo, para que nos ilumine en nuestras decisiones y actuaciones de cada día.
Hoy compartimos este rosario para pedir la sabiduría y realizar lo que mejor convenga para mayor gloria de Dios.
Credo
Padre nuestro
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Jaculatoria
¡Padre, envíanos al Paráclito, prometido por Nuestro Señor!
PRIMER MISTERIO:
Honremos al Espíritu Santo y adoremos al Amor Sustancial que procede del Padre y del Hijo y los une en una caridad infinita y eterna.
Después de cada misterio se dice diez veces:
V/. ¡Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles!
R/. Y enciende en ellos el fuego de tu divino amor.
SEGUNDO MISTERIO:
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, por que hizo Inmaculada a María en su Concepción y la Santificó con una plenitud de gracia.
TERCER MISTERIO:
Honremos al Espíritu Santo y adorémosle porque hizo a la Santísima Virgen Madre del Verbo Divino en el Misterio de la Encarnación.
CUARTO MISTERIO:
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle porque dio la vida a la Iglesia en el día glorioso de Pentecostés.
QUINTO MISTERIO:
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle porque reside de una manera permanente en la Iglesia y la asiste, según la promesa Divina, hasta la consumación de los siglos.
SEXTO MISTERIO:
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque creó en la Iglesia al nuevo Cristo, que es el Sacerdote y confirió la plenitud del Sacerdocio a los Obispos.
SÉPTIMO MISTERIO:
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle en la virtud heroica de los santos en la Iglesia, obra secreta y maravillosa del Santificador Omnipotente.
Para terminar:
V/: Envía tu Espíritu y todo será creado,
R/. Y se renovará la faz de la tierra.
Oración final
¡Oh Dios! que con la luz del Espíritu Santo enseñaste a los fieles la verdad, concédenos conocerla en el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consuelos celestiales. Por Cristo nuestro Señor. Amén.