Es importante recordar que la castidad es una virtud que consiste en el recto uso de nuestra sexualidad. Con esta virtud valoramos el verdadero significado del acto sexual conyugal.

La castidad

Jason Evert nos dice en su libro Amor puro: “Vivir la castidad quiere decir que tomas todos tus deseos sexuales y los ordenas de acuerdo a las necesidades del amor verdadero. Por ejemplo, cuando amas a una persona, haces cualquier sacrifico por ella y haces lo que sea necesario para no dañarla. La castidad quiere decir que tomas esta decisión de amor y la aplicas al sexo. Algunos piensan que castidad simplemente quiere decir ‘sin sexo’. Pero eso es la abstinencia: enfocarse en lo que no puedes hacer o tener. La castidad es lo que sí puedes hacer y tener ahora mismo si lo quieres: una forma de vida que te da libertad, respeto, paz, alegría y hasta romance, sin reproches, sin temores ni angustias. La castidad libera a las parejas de la actitud egoísta de usarse uno al otro como objetos, dejándolos libres para tener y gozar de un amor verdadero”.

Vivir la castidad es hermoso, es realmente una aventura dirigida por el amor verdadero, pero para vivirla es importante tomar acciones concretas. En la siguiente lista verás algunas de las acciones que te ayudarán a vivir esta hermosa virtud en tu relación.

1. Tengan un mismo objetivo.

Amar es mirar juntos hacia una misma dirección. Ser una pareja casta consiste en ser un buen equipo juntos, es saber que ambos quieren lo mismo y de la misma manera. Insisto, los dos están en el mismo equipo, tienen la misma camiseta y van hacia delante con la misma meta: vivir un amor auténtico.

Si quieres tener una relación en la que ambos vivan la castidad, es necesario que se pongan de acuerdo en cómo vivirla. Si has iniciado una relación en la que tu enamorado o enamorada no está al 100% convencido de vivir esta virtud, es mejor que hablen. Si él o ella te ha dicho: “te espero el tiempo que sea”, “nada va a pasar si tú no quieres”, “nunca te voy a obligar a nada que no quieras”, ten mucho cuidado. Lo más probable es que esa persona no quiera vivir la castidad contigo, sino que esté esperando que tú estés lista para tener relaciones durante el noviazgo, y que no tenga el compromiso real de esperarte hasta el matrimonio. Con mucha tristeza he visto a amistades iniciar relaciones sin la certeza de que su pareja está comprometida con la vivencia de la castidad y terminar cayendo en cosas negativas en las que pensaron nunca caer.

Recuerda que tienes un valor infinito. Naciste para amar y ser amado de verdad, y no debes conformarte con algo menos que eso. Tú vales el sacrificio de espera de una buena persona que te valore y respete en todo momento. Saltar etapas no hará que llegues más rápido al amor; por el contrario, te alejará más de él.

2. Sean sinceros

Es importante que tengas la libertad de ser tú mismo frente a tu pareja, expresar con respeto y confianza lo que te gusta y lo que no, cómo te sientes y cuáles son tus emociones. Esto los ayudará muchísimo, pues así podrán identificar con mayor facilidad qué cosas y momentos no los ayudan a vivir la virtud de la castidad. Si en algún momento están juntos y sientes un deseo que puede atentar contra la castidad, es mejor que se lo digas a tu pareja y evites contacto físico en ese momento. Además, es conveniente salir a caminar o pasar un rato al aire libre. Recuerda que el amor es verdad y la clave es ser tú mismo. Si tu pareja te ama, entenderá que en ese momento lo mejor no es demostrarse amor con besos ni abrazos, sino que la mejor prueba de amor es el respeto y el no consentimiento de deseos impuros.

Por ejemplo, cuando a mi enamorado y a mí nos pasa eso, él me dice cómo se siente y su propósito de respetarme en todo momento. Muchas veces me comenta: “Muero a mí y a mis deseos para que tú tengas vida y para ser el hombre que te cuide y respete siempre”. Luego él me besa la mano y yo a él, y le digo que le estoy siendo fiel a mi futuro esposo, teniendo conciencia de que las familias no se forman cuando uno se casa, sino mucho antes. Caminamos, conversamos y recordamos lo bello que trae vivir la castidad. Recordamos que es mejor estar juntos toda una vida que sentirnos unidos una noche. Algo muy lindo que pueden hacer y realmente ayuda mucho es escribir una lista con todas las razones por las que viven la virtud de la castidad y todo lo bueno que ésta les ha traído a cada uno como persona y a ambos en la relación; en momentos difíciles les ayudará mucho.

3. Sean creativos

Hace poco leía el libro Amor sin límites escrito por Nick Vujicic y su esposa Kanae, una historia extraordinaria sobre el poder del verdadero amor, y encontré lo siguiente: “Kanae me cocinaba a menudo cuando éramos novios y, como resultado, en muy poco tiempo tuvo más de mí para amar ¡Subí tres kilos! Es una excelente cocinera y considera que prepararme de comer es una forma de mostrarme su amor. A cambio, yo le escribía canciones y poemas, la llevaba de paseo, la sorprendía con regalos y flores y planeaba pequeñas aventuras de tal manera que pudiéramos estar juntos, pero sin caer en tentación”.

El amor no se limita a besos y abrazos. Éstos son parte de demostrarse el amor y también son importantes porque son manifestaciones del amor que experimentamos, pero debemos ser honestos: cuando éstos se dan con mucha pasión y consintiendo el deseo sexual, pueden ser la puerta de entrada a relaciones sexuales prematrimoniales. Han sido muchísimas las veces en las que amistades que querían vivir la castidad me dijeron: “No sé cómo llegamos a tener relaciones sexuales, nos besamos y caímos”. Los besos apasionados no son apropiados para los enamorados. Con besos apasionados me refiero a esos besos en los que se busca la excitación de la pareja, esos besos largos y lentos acompañadas de caricias indebidas, que dejan de lado el respeto. Esos besos no deben estar presentes cuando vives una relación en castidad. Recuerda lo siguiente: un beso es una expresión de amor; si buscas placer y satisfacer tu deseo sexual a través de besos apasionados, estás usando a la otra persona para obtener placer, no la estás amando.

Existen muchas otras maneras de demostrar amor, ¡y para eso es necesario conocerse, conocer el corazón y las preferencias del otro! A nivel personal soy bastante amorosa, pero sé que no es prudente besar y abrazar a mi enamorado todo el tiempo, así nuestros besos no sean apasionados, sino más bien pequeños. El contacto físico entre dos personas que se atraen tanto es como un imán muy fuerte. Otra forma de demostrarle el gran amor que tengo hacia él es con palabras bonitas, cocinándole, preocupándome por él, consintiéndolo. Conozcan bien a la persona y sepan qué le gusta. Él ha aprendido que a mí me encantan los detalles, las rosas, los paseos al aire libre y las cartas con palabras dulces. Existen muchas maneras en las que podemos sentirnos realmente especiales para la otra persona… ¡Seamos creativos!

4. Sean prudentes

Una recomendación que a mí me ha servido muchísimo es no estar a solas con mi enamorado ni en mi casa ni en la suya. Tampoco vamos a lugares oscuros ni donde hay poca gente. Por el contrario, buscamos el aire libre, caminar por la playa o parques, comer cosas que a ambos nos gusten, conocer nuevos lugares. Conversamos muchísimo y somos buenos cómplices. Así la relación se vuelve mucho más bella y menos monótona, porque sabemos que en los primeros lugares mencionados sería muy fácil caer. Si alguien realiza esos pequeños sacrificios por ti, significa que de verdad te ama. Y todos los sacrificios que se hacen cuando vivimos la virtud de la castidad son pequeños al compararlos con la inmensa alegría que da vivir un amor auténtico.

5. Rodéense de personas que desean lo mismo que ustedes

Construyan amistades sanas y formen vínculos de amistad con parejas que tengan el mismo norte que ustedes. Les será más fácil y aprenderán mucho más. Pueden compartir experiencias parecidas y darse ánimo mutuamente en momentos difíciles. Además, es más divertido. Una de las cosas hermosas que genera la virtud de la castidad es que purifica tu corazón y te hace más dispuesto a construir amistades verdaderas, ésas que sabes que son con las que puedes contar siempre.

6. Tengan a Dios en el centro

“Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir. Y además la cuerda de tres hilos no es fácil de romper” (Eclesiastés 4,12). Sin duda los matrimonios más sólidos y felices que he visto, aquellos que están profundamente comprometidos y conscientes de lo que el matrimonio significa, son en los que Jesús es el protagonista de su relación. No podemos amar si estamos lejos de la fuente del amor, que es el mismo amor de Dios, un Dios que es Padre y que cada mañana te mira y dice: tu felicidad es la mía. Permite a Dios ser tu mayor cómplice y guía en la relación. Él está más interesado que tú en que puedas experimentar el amor verdadero. Si lo tienes a Él como Padre, nunca más mendigarás amor y tu dignidad será elevada para que así puedas elevar la dignidad y cuidar el corazón de la persona que amas.

Nadia Montoya

Estudiante de Medicina Humana y promotora de la castidad de LOV

Publicado originalmente en La Opción V

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