El significado éste día de la bendición de las manzanas, durante la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, es una costumbre que recuerda el primer fruto de la Redención del Salvador hacia el género humano, por lo que probablemente en ese sentido se colocan alrededor de la imagen las manzanas para ser bendecidas al término de la misa del día de hoy y son repartidas entre los fieles que asisten a la misma, es una tradición poner los siguientes pensamientos en papeles doblados y adherirlos en cada manzana.
1.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la Eucaristía, maravilla del amor Divino, para que sea el centro de tu vida y el imán de tus aspiraciones.
2.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia el Santo Sacrificio de la Misa, para que por medio de él, te incorpores a mi Hijo, ya que para eso fue instituido.
3.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la Sagrada Comunión, participación real y verdadera de la que a mí me dispensó mi Hijo, al Encarnarse en mis purísimas entrañas.
4.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis dolores, para que te compadezcas y con ellos te incorpores a la pasión de mi Hijo.
5.-“Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis penas más íntimas causadas por las comuniones y misas sacrílegas, para que me ayudes a desagraviar a mi Hijo.
6.-“Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la Cruz en que fue enclavado mi Hijo, para que la guardes con amor y aprendas a sacrificar en ella tu carne, tus pasiones y tu vida entera.
7.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la columna en que fue azotado mi Hijo, para que aprendas a conocer cuánto trabajo le costó expiar tu desnudez y tu inmodestia.
8.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la corona de espinas que los hombres pusieron en las sienes de mi Hijo, para que aprendas la mortificación interior del pensamiento.
9.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia los clavos con que traspasaron las manos y los pies de mi Hijo en la cruz, para que aprendas a vivir enclavada en los deberes de tu estado.
10.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia el martillo con que clavaron a mi Hijo en la cruz, para que con el recuerdo de sus golpes despiertes del letargo de tus culpas.
11.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la esponja con que dieron de beber a mi Hijo, la hiel y el vinagre de tus culpas, para que no vuelvas a darle tamañas amarguras.
12.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la Lanza con que fue traspasado el Corazón de mi Hijo y también el mío, para que con ella abras el tuyo a las inspiraciones divinas.
13.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia el Sudario con que envolví el cuerpo de mi Hijo muerto, para que aprendas a reprimir tus gustos envuelta en la doctrina de mi Hijo.
14.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia el Calvario empapado en sangre y sudor de mi Hijo y regado con mis lágrimas, para que ahí pongas en alta cumbre el nido de tu amor.
15.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia el Sepulcro vacío, donde deposité el cuerpo de mi Santísimo Hijo, para que aprendas a transformar tu vida temporal en sobrenatural y eterna.
16.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la Iglesia instituida por mi Hijo, para que la defiendas y la ayudes en la misión de santificar las almas.
17.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis apóstoles, para que pidas por ellos y los ayudes y confortes en sus trabajos de celo por la gloria de mi Hijo.
18.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis Sacerdotes que habrán de ser siempre perseguidos, para que con tus obras y oraciones los sostengas en su prolongado martirio.
19.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis hijos predilectos, mis religiosos y religiosas, para que en el destierro que viven, los consueles y ayudes.
20.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mi boca, para interceder por ti y consolarte en tus aflicciones.
21.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis catequistas y maestros, odiados del infierno, para que los ayudes en su altísima misión de cimentar el Reino de mi Hijo.
22.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis niños, mis más tiernas y caras ovejitas del rebaño; para que los cuides y protejas de los lobos carniceros y los acerques a mi Hijo.
23.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis huérfanos y desamparados del mundo; para que los acojas, los abrigues y los lleves por medio de su infortunio a mi Hijo.
24.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis ancianos y enfermos, para que les busques casa y alimento para el cuerpo, amor y consuelo para el alma.
25.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis menesterosos, desvalidos y harapientos de la calle, para que haciéndoles sacudir su dejadez y malicia, suspiren por el cielo.
26.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la mitad de mi vida con mis pobrecitos pecadores; para que les ayudes a alcanzar la gracia de mi Hijo y a introducirlos en el cielo.
27.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis almas del Purgatorio, las que estén más desamparadas, para que con tus sufragios, me ayudes a sacarlas de aquel lugar.
28.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia la caridad que tengo con los pobres y por los pecadores.
29.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis ojos purísimos para que te vean en todas tus aflicciones.
30.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia mis brazos para tu defensa y cariño.
31.- “Hija mía, me voy al cielo, pero te dejo en herencia el dolerte y llorar lo que sufre mi Hijo santísimo, por las malas comuniones.
32.- “Hija mía, me voy … y te dejo un momento en este mundo; pero no temas, no llores, no me alejo; me voy porque es preciso… A prepararte un lugar allá en el cielo.